miércoles, 27 de junio de 2012



IMPORTANCIA DE LA
SUPLEMENTACIÓN NUTRICIONAL

Dado que los ancianos son un grupo con riesgo de
carencia de macro y de micronutrientes, es fundamental
procurar que su nutrición sea la más adecuada para
prevenir la aparición de los déficits clínicos.
Ante una anorexia o ingesta insuficiente es útil, o
más bien indispensable, administrar productos
complementarios tales como suplementos proteicos
y/o energéticos.

Las complicaciones derivadas de la malnutrición pueden
ser evitadas con la adecuada vigilancia nutricional y
suplementación oral (24,25,26). Un buen ejemplo de
la eficacia de la suplementación nutricional se refleja
en un estudio realizado con 59 pacientes ancianos
ingresados por fractura de cabeza de fémur, en el que
se observo que los pacientes que recibieron  
suplementación oral tuvieron mejor evolución clínica
(56% vs 13%), menor índice de complicaciones y
mortalidad (44% vs 87%) tanto durante el ingreso
como 6 meses después del alta (40% vs 74%), en
comparación con un grupo no suplementado (25).

Por consiguiente, tanto en los ancianos con riesgo
de déficit nutricional como en los que ya presentan
alguna complicación como fractura de cabeza de
fémur, es imprescindible suplementar por vía oral
pa r a   cons e gui r  una  buena   e voluc ión  c l íni c a .


IMPORTANCIA DE LA
HIDRATACIÓN


El anciano suele beber menos agua como consecuencia
 de la pérdida de la sensación de sed y de frecuentes
alteraciones de la deglución o disfagia. Para evitar las
complicaciones de la deshidratación y asegurar una
hidratación adecuada es imprescindible potenciar
la ingesta regular  de agua y de otros líquidos como
zumos y sopas (1,2). En los casos en que existe disfagia
es muy útil poder aumentar la consistencia de los
líquidos mediante el empleo de espesantes.

















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