DEPORTE
Y ENVEJECIMIENTO
(Cambios fisiológicos y
comportamentales asociados al envejecimiento.)
a)
cambios en el sistema muscular
La actividad física se reduce con la edad y constituye un
indicador de salud. La reducción del repertorio motriz, junto a la lentitud de
los reflejos y descenso del tono muscular en reposo, entre otros factores,
provocan descoordinación y torpeza motriz.
La posición estática sufre alteraciones y desajustes: Aumenta
la rigidez en la zona escapular y pélvica que dificulta muchos movimientos.
La columna vertebral acusa la degeneración articular y la
falta del tono muscular.
A partir de los 35 años en mujeres y más tarde en hombres, se
produce una pérdida ósea anual del 1% aproximadamente que hace que los huesos
sean más frágiles y propensos a la fractura.
Con el paso de los años disminuye el número y el tamaño de
las fibras musculares, disminuyendo consecuentemente la fuerza haciéndose los
mayores más propensos a la fatiga y a padecer lesiones musculares por sobrepeso.
También disminuyen la capacidad para caminar, suelen emplear
pasos más cortos, lentos y planos. Se levantan menos los pies del suelo y se
pierde el balanceo de los brazos.
b). Cambios metabólicos, en el sistema cardiovascular y
respiratorio
Aumenta el volumen respiratorio y disminuye la capacidad
vital, observándose que aunque aumente la frecuencia respiratoria con el
ejercicio no se incrementa el volumen corriente.
Disminuye el metabolismo basal y la tolerancia a la glucosa,
aumentando el porcentaje de grasa corporal.
c). Cambios en el sistema nervioso
Disminuye la velocidad de conducción nerviosa.
La pérdida de conciencia y del esquema corporal. Ello se
refleja en la dificultad de localizar movimientos y dependencia de la vista.
Incidencia de un programa de ejercicio físico
Todas estas modificaciones son objeto de entrenamiento para
evitar y/o posponer su aparición a través de ejercicios variados donde los
estímulos lo sean también, incidiendo sobre audición, tacto, el diálogo
corporal de las personas mayores consigo mismas que les permita mejorar su
esquema corporal, realizando movimientos inusuales y variados en condiciones
que le merezcan seguridad y mejoren su equilibrio, control y estabilidad
postural, contribuyendo a que recobren seguridad en sí mismos mejorando su
motricidad y capacitándoles para sus quehaceres cotidianos así como para
actividades de relación social que en definitiva mejoren su calidad de vida,
salud física y mental.
Las enfermedades asociadas a la hipodinamia (obesidad, cardiopatía, diabetes,
hipertensión), se ven
agravadas por el sedentarismo y pueden ser tratadas con el ejercicio sin
necesidad de recurrir a medicamentos. El ejercicio que desarrolla la fuerza y
la resistencia disminuye la morbilidad y la mortalidad en las personas mayores.
Shepard, el entrenamiento adecuado
de los abuelos deportistas mejora las funciones esenciales demorando el
deterioro físico y dependencia de 10 a 15 años. Ello quiere decir que los
estímulos deben tener una intensidad adecuada a las posibilidades funcionales.
La autonomía de las personas mayores está íntimamente
relacionada con su calidad de vida.
El ejercicio es un protector y precursor de dicha autonomía y
de los sistemas orgánicos que la condicionan, además de preservar, mejorar la
movilidad y estabilidad articular y estabilidad muscular, que a su vez inciden
beneficiosamente sobre la calidad del hueso, la postura, la conducta motriz, la
autoimagen, concepto de sí mismo, etc.
La inmovilidad e inactividad es el mejor agravante del
envejecimiento y la incapacidad de tal forma que, lo que deja de realizarse,
fruto del envejecimiento pronto será imposible realizarlo. El ejercicio físico
puede instaurarse en los hábitos y estilo de vida de la persona mayor a su
través canalizar el ocio y contribuir a recuperar, conservar y mejorar la salud
y calidad de vida.
Vries y Adams, compararon los efectos del
ejercicio y un conocido tranquilizante. El ejercicio proporcionó mayor alivio a
la tensión muscular de sujetos crónicamente ansiosos de 52 a 70 años.
Publicaciones médicas de USA reconocen el ejercicio como medio para combatir la
depresión, irritabilidad e insomnio.
Biegel, atribuye al estilo de vida
activo el beneficio de mejorar la forma física asociada al optimismo,
autoimagen, autoconfianza, capacidad mental y adaptación social del adulto, que
obviamente se optimiza cuando se realizan ejercicio físico regular en grupo.
Efectos de un programa de ejercicio físico
( La
mejora de la salud se materializa en los siguientes efectos):
· - Facilita la actividad articular y previene la osteoporosis y
fracturas óseas. Se incrementa la absorción de calcio y potasio.
·
- Mejora la utilización del oxígeno y
metabolismo aeróbico de grasas y glucosa.
·
- Mejora la movilización de sustratos
energéticos.
·
- Se pierde peso graso.
·
- Reduce los niveles de colesterol y
triglicéridos, mejora los índices colesterol/HDL en sangre.
·
- Aumenta el volumen de sangre.
·
- Mejora la actividad muscular.
·
- Mejora el sistema respiratorio y la
capacidad vital.
·
- Controla y reduce la tensión arterial en
reposo durante el esfuerzo.
·
- Mejora el aspecto estético.
·
- Estimula el optimismo, la vitalidad y la
voluntad.
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