martes, 1 de mayo de 2012





INTRODUCCIÓN



“Vejez y Vida”  es la presencia activa en la red, de un grupo de personas con experiencia profesional en Geriatría y  Gerontología, unidas por el   deseo común de fomentar, difundir y potenciar la cultura  gerontológica, entendida como la ciencia que estudia el proceso del envejecimiento desde los puntos de vista biológico, psicológico y social. Orientado tanto a profesionales y voluntarios, como a familiares y particulares, en especial a las personas mayores, consideradas como protagonistas de su propia existencia, estimulando su iniciativa y participación en el proceso de su desarrollo y en la dinámica global de la vida sociocultural en la que están integradas y en definitiva, ayudándolas  a superar con éxito uno de los capítulos más difíciles en el sublime arte de vivir, saber cómo envejecer.




APRENDER DE ENVEJECIMIENTO ACTIVO PARA PERSONAS MAYORES.

Las distintas formas de envejecer no están determinadas ni prefijadas; y, aunque no podemos obviar que existen variables genéticas que juegan un papel importante en el envejecimiento, también el individuo es responsable, con sus acciones y comportamientos a lo largo de su vida, de que su envejecimiento sea más o menos satisfactorio y libre de dependencia.

¿Concepto de envejecimiento activo?

envejecimiento-activoEl concepto ha ido evolucionando, desde la definición de la OMS de 1990 del envejecimiento saludable (centrado en la salud), hacia un modelo mucho más integrador, como el de envejecimiento activo (OMS, 2002), definido como el proceso de optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad en orden a mejorar la calidad de vida de las personas que envejecen.
El objetivo es extender la calidad, la productividad y esperanza de vida a edades avanzadas. Además de seguir siendo activo físicamente, es importante permanecer activo social y mentalmente, participando en actividades recreativas, de voluntariado o remuneradas, culturales, sociales, y educativas. El envejecimiento activo se sitúa en la base del reconocimiento de los derechos humanos de las personas mayores de independencia, participación, dignidad, atención y auto-desarrollo. Así, desde esta perspectiva, los determinantes del envejecimiento activo serían: económicos, sociales, físicos, servicios sociales y de salud, personales (psicológicos y biológicos) y comportamentales (estilos de vida).

Las políticas de acción propuestas por la OMS (2002) para potenciar los determinantes psicológicos y conductuales del envejecimiento activo son: (1) reducir los factores de riesgo asociados a enfermedades e incrementar los de protección de la salud a través de hábitos saludables y ejercicio físico; (2) promover los factores de protección del funcionamiento cognitivo; (3) promover las emociones y un afrontamiento positivo; y (4) promover la participación psicosocial.

Por otra parte, el declive cognitivo que ocurre con el paso del tiempo puede ser compensado con ejercicios. Incluso, la actividad intelectual a lo largo de la vida se considera un factor de protección de la demencia.

Así mismo, la auto-eficacia para envejecer o la percepción de control interno son buenos predictores de envejecimiento activo. Variables de personalidad como el optimismo y el pensamiento positivo están asociadas a satisfacción con la vida en la vejez. El afecto positivo reduce la mortalidad de las personas mayores. En este sentido, personas con una imagen positiva del envejecimiento (evaluadas 25 años antes) vivieron 7,5 años más que aquéllas con una imagen negativa. La actitud o afecto positivo es un protector contra el declive físico y funcional en mayores.

Finalmente, el modelo de envejecimiento activo apunta la importancia de las relaciones sociales, la competencia social, la participación y la productividad.

Conclusión

Los expertos coinciden en que el envejecimiento activo es un concepto biopsicosocial y, por tanto, no se reduce al mantenimiento de una buena salud libre de discapacidad, sino que también implica el mantenimiento óptimo de aspectos psicológicos y sociales.

En base a datos empíricos obtenidos en distintas investigaciones, cuatro son las áreas que deben promocionarse para lograr envejecer activamente: hábitos saludables o salud comportamental, funcionamiento cognitivo, funcionamiento emocional, control y estilos de afrontamiento positivos y, finalmente, participación social.

En definitiva, se puede aprender a envejecer activamente y los psicólogos expertos en vejez y envejecimiento (psicogerontólogos), pueden contribuir muy positivamente a promover el envejecimiento activo de los individuos.

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